jueves, 28 de julio de 2011

Si no saben volar...

Fue solo después de ver "El lado oscuro del corazón" (y de meditarlo algunos ratos) que me di cuenta de qué me pasaba. Ayudaron, además (y de esto no sabe duda), una noche de teatro y de recitar Rayuela, un "café cultural" como lo llamé yo y la mirada de amor de mi amiga, que a veces es como una hermana, que a veces (siento) es la única que me entiende. Creo que ayudaron mucho las vacaciones, que me dejan un tiempo para pensar, que no es poca cosa si quieren que les diga la verdad. Para pensar en serio, no para pensar en cosas del ahora, cosas terrenales. Tiempo para pensar en mí, y en vos, y en las cosas que nos hacen bien, y en lo que no me hace bien, y de leer, y de escribir, y de todas esas cosas. "Ocio creativo" lo llamaban los antiguos (o, mejor dicho, lo llamaban los modernos cuando hablaban de los antiguos), y cuánta razón hay en esa clasificación!
En fin, y volviendo al eje... Fue después de ver "El lado oscuro del corazón" que creo que me conocí un poco más, que me entendí mejor que nunca: lo que le sucede a este arlequín es que quiere volar. No es raro,no? pero me costó entenderlo de forma tan clara. Simplemente, es que un día nos prestaron unos lentes, y pudimos ver los barrotes de la jaula en la que estábamos presos. Y quisimos salir. Quisimos vivir en un mundo sin ataduras. Quisimos vivir en un mundo que brille de arte, en un mundo donde todo sea como cuando teníamos 5 años y creíamos en la magia. Donde la magia exista, porque la hacemos existir nosotros.
Ahora que entendí esto, quizá lo más difícil sea encontrar a esa gente que quiera volar conmigo. Estoy dispuesta a esperarla.


"No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! —y en esto soy irreductible— no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue —y no otra— la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres.
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. “¡María Luisa! ¡María Luisa!”… y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera…, aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando."
Poema 1 - Oliverio Girondo

domingo, 24 de julio de 2011

"Caminábamos sin buscarnos, pero sabiendo que caminábamos para encontrarnos"

Pero el amor... esa palabra

Últimamente creo que esa es nuestra frase... ¿Seremos como Oliveira y la Maga? Yo creo que es mucho pedir...

viernes, 22 de julio de 2011

A veces pienso que me falta poesía y me sobra realidad...

miércoles, 20 de julio de 2011

Será la fecha comercial que a uno le sirve de excusa para darse cuenta de cuánta gente valiosa tiene al lado.
Será que el sol y el calorcito que siguen al temporal me llenan de energía.
Será la sensación de que las cosas a veces salen bien, y que por una vez, no me importa tanto lo que va a venir como lo que ya llegó.
Será la alegría de tener tiempo para leer, y mejor aún, que el tiempo dedicado a leer, el calorcito, la energía y las emociones me den ganas de volver a escribir.
Quizá sea un poco de todo. Pero últimamente me siento bien.