jueves, 28 de abril de 2011

¿Cómo se lo explico a mi vieja?

A lo largo del tiempo, mi madre ha conseguido mandar mensajes de texto con su celular, hacer búsquedas eficaces en google y manejar medianamente bien el facebook. Aún así, el tema de las nuevas maneras de relacionarnos que tenemos los jóvenes no le terminan de cerrar. No le copa que haya más comunicación virtual que cara a cara, que chicos y chicas salgan de parranda y beban alcohol, y sobre todo, no comprende las comúnmente denominadas (y digo comúnmente denominadas porque así las denomina facebook) relaciones abiertas.
Digamos, no es una mina cerrada ni mucho menos. Pero para ella, que yo salga un día a solas con un chico es algo así como una "cita", y es el comienzo de algo serio. No le cabe en el bocho la idea de que puedo salir con un muchacho simplemente para pasarla bien un rato, sin ninguna intención de enseriecer nada. 
El otro día estaba pensando en esto, y me di cuenta que explicarle las maneras de relacionarse entre hombres y mujeres (lo que ya de por sí es complicado por las diferencias entre unos y otros) ahora se vuelve mucho más complejo. Antes, cosas como chapes de una noche no eran frecuentes (casi que no existían), mucho menos relaciones, y no había nada de parejas "open minded". 
Así que decidí, para facilitar la explicación, hacer un pequeño catálogo de relaciones complejas, como para que se vea mejor la diferencia. Capaz que así me entiende (o me echa de casa):

Garch and Go: la más básica de todas. Conocés a un muchacho, lindo, buen físico, en general poco cerebro. Lo ultilizás para tus fines, y luego, como quien dice, "si te he visto no me acuerdo". Es algo sencillo y no requiere, en general, mucho trabajo, porque si lo que se busca es simplemente un garch and go, cuando alguien da mucho trabajo se lo descarta. Total, muchachos con las características antes mencionadas y dispuestos a pasar una noche con una mujer linda hay de sobra.

Chongo: es un caso un poco más complejo. Aquí se genera un vínculo, quizá algo de cariño. Hay algún tipo de relación, pero la base de ésta es únicamente las necesidades fisiológicas mutuas. Ni más, ni menos. Evidentemente, como se genera algo más de confianza que en el primer caso, puede ser que una de las partes o ambas, vayan cambiando la forma de ver al otro, y pueden pasar dos cosas: o que el chongo devenga en otro tipo de relación, o que desaparezca totalmente ante una cortada de rostro importante.

Amigo con derechos: a primera vista puede pensarse que es igual al anterior. Pero no. Se le parece, es cierto, pero difiere en algo fundamental: mientras que con el chongo, la relación se basa en necesidades fisiológicas mutuas y de los sucesivos encuentros puede ser que surja una amistad, con los amigos con derechos pasa exactamente al revés; la relación está basada en la amistad, y puede ser que surjan deseos entre ellos. Creo, y permitanme la osadía, que es la más común de las relaciones abiertas. Porque es muy común que suceda que, de buenas a primeras, le tengamos ganas a un amigo. (Al margen de las reflexiones que aquí me convocan, quiero decir que soy una convencida de que la amistad entre el hombre y la mujer existe, pero que es complicada... es complicada). En este caso, como en el anterior, también es posible que una de las partes o ambas empiecen a querer otra cosa, porque la confianza entre ellos es mayor que en cualquiera de los otros casos. Pueden pasar dos cosas: o que el amigo con derecho devenga en otro tipo de relación, o que se acabe la amistad. En el mejor de los casos, puede suceder que ambos reflexionen y lleguen a la conclusión de que mejor seguir siendo amigos; la relación no volverá a ser la misma.


Relación abierta propiamente dicha o "open minded": es la más seria de todas las antes mencionadas. Como su nombre lo indica, por empezar, implica una relación, algo más "serio". Sin embargo, da lugar a infidelidades, que no son consideradas tales porque después de todo, si estamos en una relación abierta podemos hacer lo que nos plazca. Es complejo. Me inclino a pensar que es el punto de la relación el la cual quiero algo serio con la otra persona, pero todavía no estoy dispuesto a renunciar completamente a la joda. Muchas parejas siguen por años con esta mentalidad, sin embargo, lo que implica que cada uno puede hacer lo que quiera mientras no dañe al otro. Es el caso más paradigmático de los nuevos tiempos que corren.


Evidentemente, en el medio se pueden agregar tantos tipos de relaciones como de la imaginación, porque estoy segura que hay muchos más. Esta fue una primera aproximación, como para ordenar un poco el panorama.
¿Creen que mi vieja lo puede entender?

sábado, 23 de abril de 2011

Si yo, tú

"Si yo... tú. 
Si caes... yo contigo 
y nos levantaremos juntos 
en esto unidos. 


Si me pierdo... encuéntrame. 
Si te pierdes... yo contigo 
y juntos leeremos en las estrellas 
cual es nuestro camino. 
Y si no existe... lo inventaremos. 


Si la distancia es el olvido 
haré puentes con tus abrazos 
pues lo que tu y yo hemos vivido 
no son cadenas… 
ni siquiera lazos: 
es el sueño de cualquier amigo 
es pintar un te quiero a trazos 
y secarlo en nuestro regazo. 


Si yo...tú. 
Si dudo, me empujas 
Si dudas, te entiendo 
Si callo, escucha mi mirada 
Si callas, leeré tus gestos. 


Si me necesitas... silba 
y construiré una escalera 
hecha de tus últimos besos, 
para robar a la luna una estrella 
y ponerla en tu mesilla 
para que te de luz. 


Si yo... tú. 
Si tú... yo también. 
Si lloro, ríeme. 
Si ríes, llorare 
pues somos el equilibrio, 
dos mitades que forman un sueño. 


Si yo... tú. 
Si tú... conmigo. 
Y si te arrodillas 
haré que el mundo sea mas bajo, 
a tu medida, 
pues a veces para seguir creciendo 
hay que agacharse. 


Si me dejas, mantendré viva la llama 
hasta que regreses, 
y sin preguntas, seguiremos caminando. 
Y sin condiciones te seguiré perdonando. 
Si te duermes, seguiremos soñando, 
que el tiempo no ha pasado 
que el reloj se ha parado. 


Y si alguna vez la risa 
se te vuelve dura, 
se te secan las lagrimas 
y la ternura, 
estaré a tu lado, 
pues siempre te he querido, 
pues siempre te he cuidado. 


Pero jamás te cures de quererme, 
pues el amor es como Don Quijote: 
solo recobra la cordura 
para morir. 
Quiéreme en mi locura, 
pues mi camisa de fuerza eres tu, 
y eso me calma, 
y eso me cura… 


Si yo... tú. 
Si tú, yo. 
Sin ti, nada. 
Sin mi, si quieres... prueba."





martes, 19 de abril de 2011

Ser platónico

Después de años de decirme Aristotélica,de hacerme llamar aristotélica, me vengo a dar cuenta, a mis 20, que me gusta mucho más Platón. O sea, en líneas muy generales hablando,porque no estudié filosofía profunda, y sigo pensando que Aristóteles fue un genio de genios, pero... Lo mire como lo mire, soy idealista. Y no sólo de los ideales, también de las ideas (parece lo mismo,pero no lo es necesariamente). Digo. Existen, por ejemplo, los enamorados. Existen hechos que confirman la existencia del amor. Pero el amor es otra cosa, tiene que se otra cosa. Algo mucho más enorme, algo infinitamente imposible de alcanzar, algo que existe por sobre nosotros, y por sobre todos los enamorados. El amor tiene que existir de antes de que existan los enamorados, porque sino.. ¿Cómo supieron los amantes que estaban enamorados? Sí, alguien le  habrá puesto alguna vez el nombre a ese sentimiento, pero el sentimiento ya estaba, y los que lo experimentaron primero supieron que era algo mucho más grande que ellos, algo que ya estaba ahí a pesar suyo y los excedía. Entonces cómo pensar que el concepto de amor sólo existe DESPUÉS de los enamorados?

Como el amor, pasa con todo. Por qué existe el miedo? Una persona tuvo miedo alguna vez, y le puso "miedo" a ese sentimiento por nombre, pero el miedo es algo más grande que la persona que lo sufre.
Y para qué hablar de miedo? Hablemos de esperanza. ¿Si no hubiera personas esperanzadas, no existiría la esperanza? Digo.. Si mañana, por obra del diablo (que ese vil traidor siempre anda intentando hacer este tipo de cosas) consiguiera extinguir a todos los esperanzados... ¿No resurgiría la esperanza en el corazón de alguien que, sin saber lo que es, la siente? ¿Se llamaría esperanza de nuevo? Y si eso ocurriese... ¿Estaría "conceptualizada" de la misma manera? No importa, porque sea como fuere existe y sigue existiendo, trascendiendo a quienes la ejercen. 

Entonces, la pregunta que desde Platón nos venimos haciendo.. ¿Qué es lo real? 
No soy filósofa, y dudo que en unos pocos caracteres de mi blog vaya a descular un misterio tan antiguo como "qué vino primero, el huevo o la gallina?". Sólo diré que hoy, en mi clase de Historia de las Ideas Políticas, se me descubrió un velo. Pude entender qué decía Platón cuando hablaba del mundo de las ideas. Hablaba de todo esto, hablaba de estas cosas que viven por encima de los hombres, que lo trasciende a él y a todos los seres que habitamos este mundo, y que seguirán allí cuando nos vayamos. Porque es lo verdaderamente real.

Quizá en mi calidad de católica, guste de atribuirle algo de esto a Dios. Pueden tomarlo o dejarlo, pero lo cierto es que estoy más idealista que nunca!

lunes, 18 de abril de 2011

He llegado a la conclusión de que el deseo entre dos personas, sobre todo si no se ven cotidianamente, es una de las cosas que jamás desaparecen.

sábado, 16 de abril de 2011

Para cambiar un poco el clima de mufa de la entrada anterior, una imagen re linda que encontré y que quiero compartir :)


Hoy estoy con uno de esos días en los que no tengo ganas de hacer nada. Nada, eh. Sólo dormir, muchas muchas horas. De hecho, no hice muchas cosas que tenía que hacer por pura fiaca. El problema es que después me arrepiento. Pero no puedo, no me responde el cuerpo, no me puedo obligar a hacer las cosas porque simplemente, el peso de mi cuerpo es mucho más fuerte que el de mi voluntad.
¿Creen que es posible que la mente le gane al cuerpo, y podamos contra todo malestar hacer lo que tenemos que hacer?

miércoles, 13 de abril de 2011

Abandono total del blog este mes. Mal lo mío. Me cuesta hacerme los tiempos para todo. Pero vamos en proceso. Creo que sacrificaré horas de sueño. Tengo muchas cosas por escribir igual, muchas ideas rempimpompantes. Veremos.

martes, 5 de abril de 2011

Y la vida pasa tan rápido, y a veces las horas que no alcanzan, y mis miedos que no me dejan moverme, y las profecías autocumplidas como decía Watzlawick; que no puedo ser esto, que siempre me pasa aquello. Que sólo sirvo para esto, que nunca podré ser esto.

Todas profecías autocumplidas, y mentiras, o no, pero todo es psicológico dicen. Y esta catarsis, y cientos de catarsis, o khatarsis, o la facultad que me empieza a comer la cabeza, o que prefiero comerme la cabeza para no pensar en vos, en nadie, en nada que me haga doler el pecho, sí, el pecho porque nuestra psiquis lo relaciona con el corazón y los sentimientos, no porque tenga problemas cardíacos. Pero psicológico o no, me duele el pecho, o me duelen los ojitos de ganas de llorar pero no lloro, porque ya no quiero llorar. Porque fui fría, después fui tibiecita, y ahora puedo hundir el Titanic. No quiero llorar, no puedo llorar. No me gusta llorar, porque no me gusta ser débil, sentirme débil. Así de sencillo, y tan tan complicado. Lloro con canciones, eso sí. Pero no con las canciones cursis, como antes, no. Lloro con esas canciones que te dejan moraleja, como "Llegaremos a tiempo". Quizá porque lo que más miedo me da es que disparen por fuera y me maten por dentro. Porque si me matan por dentro, lo pierdo todo, si lo mejor que tengo está ahí, adentro. Pero me cuesta que la gente lo vea, porque claro, carcaza. Falsa seguridad, requete falsa. Mis amigos saben cómo soy, mis verdaderos amigos (y se cuentan con los dedos, eh). Después hay muchos que conocen algo de mí, y les cae bien. Hay muchos, muchos, que se piensan que las saben todas y no me conocen ni un poquito (pasa siempre, supongo).

Y no sé por qué empecé a escribir, palabras, perras negras diría Cortázar. En estos momentos lo entendés cuando habla de perras negras, aparecen, te atrapan por la espalda, y estás escribiendo sin parar cuando solamente querías hacer una entrada cortita en tu blog, que es tu único momento del día en que te conectás con lo más lindo de vos misma, que es tu interior, que es tu literatura, que es la poesía que te arde en el pecho (sí, de nuevo en el pecho), y no te deja escapar. Poesía porque es un mensaje bastante poético,pero tengo claro que es prosa. Siempre tuve que escribir en prosa. No sé por qué .

domingo, 3 de abril de 2011

Militancia, esa palabra...

El otro día me pasó algo que me llenó de orgullo. En mi facultad, hay un portal periodístico, y escribo en él. El otro día, el coordinador me mandó un mail que decía: ¿Te gustaría escribir una nota sobre la militancia, y lo que significa hoy en día?. Tuve tal sensación de satisfacción al poder juntar mis dos amores (la escritura y la política) en un mismo trabajo, y a pedido, que quería compartirlo. Con ustedes, lo que escribí. Acepto sugerencias antes de enviarlo :)



Militancia, esa palabra...


En medio de esa lucha por la justicia, la libertad y el imperio de la voluntad del pueblo, sepamos unirnos para construir una sociedad más justa, donde el hombre no sea lobo del hombre, sino su hermano.” Rodolfo Walsh


Me imagino en un estadio. El estadio está repleto, se acerca un gran evento. Gente de todos lados ha llegado, se ha movido, ha hecho todo lo que le fue posible para estar ahí. Para apoyar a los suyos. Se escuchan gritos, cantos, gente alentando. Se ven banderas. Hay personas emocionadas, otras enfervorizadas. Todas están allí por el mismo motivo.
La imagen puede remontarlos enseguida a un partido de fútbol, y está bien. Porque la militancia me recuerda mucho a la pasión por el fútbol (por lo menos, desde mi mirada de argentina). Y me parece interesante, ya que vamos a hablar de militancia, arrancar así. Porque para aquellos que no son apasionados de la política, les cuesta a veces entender a un militante.
“¿Vas a ir hasta allá sólo para escuchar el discurso de un político corrupto?”,  “¿Vas a perder todo el sábado para ir a una marcha?”, “¿Por qué no te dejás de pavadas y te ponés a trabajar?”, son la clase de preguntas que suelen hacerte cuando decís que estás “militando”. También pueden preguntarte “¿Y qué es lo que hacen?”.
Bueno, partamos por el principio. Hacerse, se hacen muchas cosas, y se pueden hacer muchas más. Lo importante no es lo que el militante hace, lo importante es por qué lo hace. Porque el que milita, lo que tiene son convicciones: cree en una causa, y apuesta todo por ella. No es dogmático, aclaro, porque ese no sería militante, sino más bien fanático. Pero aunque pueda aceptar las miradas de otros, y aunque esté dispuesto a aceptar críticas sobre su actuar y también esté dispuesto a mejorar, nunca va a ceder en cuestiones de principios. Sus principios, su “causa”, están por encima de todo.
¿Por qué militar? Bueno, para empezar, porque más allá de lo que muchos pueden creer, si hay algo que no se hace cuando se milita es perder el tiempo. Porque el tiempo usado para la militancia vale, vale mucho. Y esto es así porque la militancia es la única manera de obtener resultados. 
Aclaremos algo: ser militante no es pertenecer a un partido político. Se puede seguir a un dirigente, pero ese seguir, ese apoyar, no es el fin, es el medio. El fin es obtener aquello que estamos convencidos que es necesario para mejorar.
Hoy por hoy se escucha mucho hablar de la importancia de la vuelta de los jóvenes a la política. Como joven, me alegra que por primera vez desde que tengo uso de memoria, escucho hablar de la juventud en positivo. Me habían acostumbrado a creer que la “juventud estaba perdida”, que “los chicos se interesaban por nada”, y cosas similares. Hoy, sin embargo, somos testigos de que esa realidad está cambiando. No sólo el fútbol genera pasiones hoy en Argentina. La política también, genera pasiones tan grandes como el fútbol, o como cualquier otra cosa. Y como en los buenos tiempos, hay muchos jóvenes dispuestos a luchar por conseguir el país que siempre soñaron.
            Los caminos son diversos. Pero la solución es siempre la misma: luchar por lo que se quiere. No es casual que Rodolfo Wash haya escrito la frase que encabeza esta nota. Un ejemplo de militancia como pocos. Periodista cuya libertad de expresión fue verdaderamente cercenada por aquellos que sabían que tenía mucho para decir, y que aún así lo dijo todo, pagando ese atrevimiento con su vida. Nada menos que con su propia vida.
            Dicen que soldado que huye sirve para otra guerra. Yo creo que el soldado que continúa en la lucha, le sirve a la historia. Los ejemplos de ello, de San Martín a esta parte, son innumerables. Así que , ¿Por qué no aprovechar el tiempo que estamos viviendo? Se acercan las elecciones, el evento más importante de un país democrático como por suerte es Argentina. Nuestra vida no corre riesgo cuando decimos lo que pensamos. Los dirigentes no sólo no temen nuestra sed de política, nuestro "regreso", sino que los valoran y los fomentan. ¿Por qué no salir a demostrar lo que queremos? ¿Por qué no pelear por lo que creemos? A fin de cuentas, los que están ahora no van a estar por siempre; pero van a seguir estando las ideas, los principio. Esos no se van cuando se van las personas. Por eso debemos defenderlos, por eso es importante la palabra "militancia". Porque la militancia, esa palabra, significa sobre todo dos cosas: presente y futuro. Podemos vivir un presente nimio, y sentarnos a esperar que nuestro futuro lo manejen otros. O podemos levantarnos, y vivir intensamente nuestro presente, lucharlo día a día en pos de nuestro futuro, y el de todos. No es necesario aclarar qué prefiero yo. ¿Y vos qué preferís?